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Se acaba de abrir un debate al respecto de Hannah Jones, una niña británica de trece años que ha llevado una vida de constante sufrimiento. Hannah sufre una leucemia extraña y galopante; el tratamiento para frenar la enfermedad le ha destrozado el corazón y necesitaría un transplante para poder seguir aguantando el tratamiento. Hannah está tan cansada de luchar, pero sobre todo de sufrir, que le ha pedido a los médicos que desistan de transplantarle y le ofrezcan la oportunidad de morir con dignidad.
Es tan extraño y triste que una niña tan pequeña llegue a tomar una decisión así, ¿cómo estará sufriendo Hannah para pedir que la dejen morir en paz? La respuesta es sencilla, el dolor le ha hecho madurar lo suficiente para decidir que no quiere sufrir más.
Es tan extraño y triste que una niña tan pequeña llegue a tomar una decisión así, ¿cómo estará sufriendo Hannah para pedir que la dejen morir en paz? La respuesta es sencilla, el dolor le ha hecho madurar lo suficiente para decidir que no quiere sufrir más. Ya hay una sentencia sobre este asunto, pero se abre el debate de si Hannah tiene derecho o puede decidir sobre su propia vida, o quizás, sobre su propia muerte; en primer lugar porque es menor y se supone que no tiene criterio suficiente para tomar una decisión así, y aunque así fuera, en Reino Unido como en España y muchos otros paises, la eutanasia es un delito, pero ...
¿Qué futuro le espera a Hannah? ¿es moralmente justo obligarla a seguir sufriendo porque, como en palabras de Dª Sofía, la voluntad de la vida y/o la muerte, pertenece sólo a Díos?
Parece ser que Hannah, con su madurez, no sólo ha convencido a los médicos para que no la operen, también lo ha hizo para que no comenzaran un proceso legal, de la misma manera que convenció a los servicios sociales del menor, para que la dejaran vivir en paz lo que le queda.
¿Es la decisión de Hannah una práctica, en sí misma, de la eutanasia o la muerte dulce, o es su voluntad un testamento médico para que no sólo no la reanimen, sino para que no pongan los medios para alargarle la agonía? ¿es justo juzgarla por ser una niña que sabe que no tendrá ninguna oportunidad de serlo de verdad? ¿son sus padres malos padres por desear que su hija sea feliz, o mejor, no sea una infeliz? Son muchas preguntas a las que gracias a Díos, muchos no tenemos que hacernos....
Al final, el alto tribunal londinense ha escuchado a Hannah y ha cumplido su deseo de dejarla morir en paz.
Yo por mi parte alabo el valor de Hannah y deseo que lo que le queda de vida, sea lo más feliz posible.
Parece ser que Hannah, con su madurez, no sólo ha convencido a los médicos para que no la operen, también lo ha hizo para que no comenzaran un proceso legal, de la misma manera que convenció a los servicios sociales del menor, para que la dejaran vivir en paz lo que le queda.
¿Es la decisión de Hannah una práctica, en sí misma, de la eutanasia o la muerte dulce, o es su voluntad un testamento médico para que no sólo no la reanimen, sino para que no pongan los medios para alargarle la agonía? ¿es justo juzgarla por ser una niña que sabe que no tendrá ninguna oportunidad de serlo de verdad? ¿son sus padres malos padres por desear que su hija sea feliz, o mejor, no sea una infeliz? Son muchas preguntas a las que gracias a Díos, muchos no tenemos que hacernos....
Al final, el alto tribunal londinense ha escuchado a Hannah y ha cumplido su deseo de dejarla morir en paz.
Yo por mi parte alabo el valor de Hannah y deseo que lo que le queda de vida, sea lo más feliz posible.
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PD: Aclarar que yo sólo justificaría la eutanasia como el aborto en casos concretos, y este, es uno de ellos.
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Hablas de un tema polémico y en este caso aún más...y hoy día en estos temas, moralmente, el deseo del paciente es lo primordial, pero suele pasar que depende del médico más que del paciente porque, a nivel profesional, desde el punto de vista ético, la función del médico es salvar vidas, y muchas veces se les olvida que no sirve de nada hacer algunas cosas salvo para prolongar el sufrimiento.
ResponderEliminarMe da pena de esta niña, pero también es admirable que tenga el enorme valor de enfrentarse a la muerte como lo hace, sinceramente. Si no es nada fácil para un adulto, imagínate para una niña de 13 años.
Pues por eso me conmueve tanto.
ResponderEliminarHe alucinado con su valor y su coraje.
Esa noticia la vi esta misma noche en el telediario, no fue solo tremenda la historia, sino el ver la tranquilidad y la gran madurez que mostraba la niña. Era una mujer en un cuerpo de nena, terrible que estas cosas pasen... yo al fin y al cabo, me alegro que su voluntad se cumpla... que sea muy feliz, en esta vida y en la otra.
ResponderEliminarNo sé si este caso podría tomarse como eutanasia.
ResponderEliminarSe que es obligación de los médicos velar por su vida, pero si no hay garantías de salir con vida, que es el caso, sin garantías, ellos mismo son los que te dan la opción de decidir. y de cualquier manera, sólo sería alargarle un poco la vida, pudiendo resistir el tratamiento de la leucemia.
En realidad es muy fina la línea que separa la práctica de la medicina, de la de la eutanasia, de la voluntad de Díos. Podría verse de esta manera, si de la voluntad de Dios hablaramos, ¿es voluntad de éste seguir dándole un tratamiento, algo que podría considerarse "artificial", o dejarla sin tratamiento, que sería lo "natural"? ¿Es obligación del médico prolongar el sufrimiento o hacer lo posible por darle la vida aunque sea sin "dignidad"? ¿no sería lo más humano y razonable, tratar cada caso particularmente, sobre todo valorando y sopesando las posibilidades de una vida en condiciones o aceptar una muerte inevitable pero menos agónica? ¿Dónde está el límite?
El límite Perseidas lo pone el paciente, siempre se le deberían explicar opciones y que él decida, pero por desgracia hay médicos que piensan que las decisiones sobre lo que debería ser mejor para el paciente son suyas, no del paciente, y ahí está el error.
ResponderEliminarMuchas veces es peor el remedio que la enfermedad, y se opta por no hacerlo, pero otras veces se llevan a cabo porque luego merece la pena para conseguir cierta calidad de vida del paciente,o una muerte digna, como quieras llamarlo.
El tema de la eutanasia siempre será muy polémico según para qué sectores,no sólo la Iglesia. Te lo digo porque yo me planteé las mismas preguntas que tú cuando teníamos a mi abuela en casa como en un hospital, y mi padre, que es médico, me hizo entender que por ética él no podía acelerar la muerte de nadie; ni siquiera se lo planteaba...antes prefería tener a mi abuela con sueros en casa y medicación venosa en casa que no hacer nada. Y así fue que mi abuela aguantó hasta los 96 años, murió cuando Dios quiso.
Ya Mery, pero todos no somos médicos, ni hemos hecho un juramento hipocrático, y no es que no entienda todos los motivos de cada cual, sólo me pregunto si no es uno mismo el dueño de esa decisión.
ResponderEliminarPero lo realmente triste, es si alguien a quién amas te lo pidiera, qué harías?
¿Y qué me dices de Luana? ¿cuántos años más ha de esperar su familia para dejarla ir? Es complejo, ¿pero no creeis que habrá que ponerle un límite? ¿no es darle la "vida" a ella y llevársela a los padres?
Yo creo que cada caso es estudiable y debería ser estudiado, de hecho al final es el tribunal el que hace de Díos otrogándolo o no.