Harta de ver noticias horribles, como el bombardeo "selectivo" (y un cuerno) de los israelís contra, en su gran mayoría, civiles de Gaza...
Anoche ví una noticia que me alegró profundamente; Patrocinio Mora, un lepero gentil y bondadoso, que vivió en la orfandad de pequeño, invitó a cenar a más de 150 inmigrantes sud-saharianos que viven en chabolas, más cerca de la miseria que de otra cosa. Les dio arrocito de marisco, pollo al horno y postres para celebrar la nochevieja, con baile y todo! y ojo, los camareros eran el alcalde y algunos concejales. No contento con eso, está promoviendo, con la ayuda de Cáritas, una iniciativa para regalarles algo digno, y sobre todo útil, para reyes. Reune dinero para que estos chicos tengan un chándal y unos deportivos como regalo de reyes. Me ha encantado lo sencillo y majo que era el hombre, y lo agradecidos que estaban los pobres chicos de llevarse a la boca una cenita como Dios manda por cuenta de Patrocinio. Eso es ser gente de buena fe.
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Desde luego, y ole sus huevos, pero me queda la duda de qué pasará con esos mismos "chicos" a partir del día 7. ¿El alcalde y los concejales les harán la cama? ¿O aprobarán una partida presupuestaria en el ayuntamiento? Ay ay... que me temo que no...
ResponderEliminarRubén, por algo se empieza. Y esos chicos ya son mayorcitos, es echar una mano, lo demás tendrán que hacerlo ellos. Seguro que el alcalde tiene prioridades y no son ellos, eso no significa que no haya gente dispuesta a hacer estas cosas.
ResponderEliminarCuando alguien ayuda a los demás, no se le debe echar en cara que a ver si sigue ayudándolos, sino tomar su ejemplo y pillar el relevo. Eso o reconocer sin más lo que ha hecho... pero vamos, como dice Perse, algo es algo y por estos gestos es por los que sigo pensando que el ser humano merece la pena, pese a que muchos se esfuerzan en que así no sea.
ResponderEliminarDe todas formas, me encanta que en España se ayude a los inmigrantes, siempre y cuando ya no existan españoles que ayudar. En Gijón, aquí al ladito mío, los inmigrantes tienen derecho a paga y casa por el mero echo de serlo, y a los parados que son de Gijón de toda la vida se les ignora totalmente... eso es una desfachatez intolerable. Primero ayudar a los de aquí, y luego por supuesto, echar una mano a los inmigrantes. Se que resultaré políticamente incorrecto, pero qué le vamos a hacer, pienso así. ;-)
En realidad tienes razón Kent si precisamos; pero lo que yo destaco en este hombre, es que, en su entorno ha escogido a los menos pudientes (que viven en chabolas) y ha hecho el gesto con ellos. Nada más, lo otro, de lo que tú hablas, ya es harina de otro costal.
ResponderEliminarY yo me pregunto por qué no habrá hecho eso invitando también a los parados y nuevos pobres...
ResponderEliminarA mí me parece muy bien lo que ha hecho ese tío, pero pienso como Kent en lo que respecta a mirar primero por los propios que por los extranjeros.
Esos pobres inmigrantes puede que lo necesiten más, eso está claro, pero no es excusa para olvidarse de los vecinos de al lado, que seguro que los conoce de toda la vida y no está de más echarles un cable,no vaya a ser que luego se vea en esa situación también algún día y tenga que pedir ayuda a sus vecinos para salir del pozo no crees?
Que bueno, que está muy bien, pero que esos pobres inmigrantes no deberían quedarse mucho tiempo aquí...
No puedo quitarte la razón, Perse. El protagonista de la noticia ayudó al prójimo que lo necesitaba y que más cerca tenía. Intentó hacer la vida de los demás más agradable y de forma altruista y desinteresada y eso hay que valorarlo siempre, sin excepciones. Efectivamente, lo otro es harina de otro costal.
ResponderEliminarMery es muy injusto lo que dices, estamos hablando de una cena, nada más. La caridad es con el necesitado, y este señor con su dinero ha decidido hacerlo con personas que aquí no tienen ni familia, ni recursos. No estoy hablando de subvenciones para pisos, ni de colas de paro, ni nada de eso. El espíritu de compasión no debería de ser selectivo, primero con los de aquí, y luego el resto. Yo no estoy a favor de una apertura de puertas escandalosa, como ocurrió aquí hace un par de años, pero creo que todo ser humano tiene derecho a vivir dignamente, independientemente de su procedencia. Hay una gran diderencia en dar a quien tiene poco, o dárselo a quien no tiene nada y creo que Patrocinio, pensó en estos últimos, además de ser una persona independiente, no es un cargo público ni utiliza fondos estatales, con "su dinero" puede hacer lo que le dé la gana y es exactamente lo que hizo, peor es no hacer nada.
ResponderEliminarY repito, de lo que vosotros hablais, es harina de otro costal.