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Otra vez el Vaticano me deja alucinada con sus ocurrencias....
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Esta vez lo ha hecho con un estudio realizado para conocer los vicios y debilidades de la humanidad "cristiana", que los tiene... utilizando como base, las confesiones de sus fieles. La conclusión a la que llega, es que hombres y mujeres pecamos de formas distintas, mejor dicho, muy distintas y además, no coincidimos en ninguno de ellos. Para ser justa, creo que el estudio tratándose de medir el nivel de pecados y pecadores, no es descabellado si lo piensas, ¿quién no ha pecado alguna vez? y teniendo en cuenta que se basa en confesiones, porque el que se confiesa, no va a ir a mentir, para eso no va, (aunque podría tergiversarse, pues nadie podría demostrar nada de lo que se diga en confesión). Lo interesante es cómo somos de diferentes pitos y flautas, pero creo que las mujeres nos hemos llevado la peor parte, merecida o no, pues soberbia, envidia e ira, no son pecados muy agradables la verdad. Sin embargo ellos, escuchan los cantos de sirenas y optan por la lujuria seguida de la gula y la pereza, que a mi me parecen mucho más hedonistas, agradables y que además le dan gusto al cuerpo, todo sea dicho. 
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Y eso debe de ser quizás, ¿porque nosotras somos menos terrenales? o ¿porque somos más malas y nos enredamos en otras cosas? todo esto salvo las excepciones de siempre claro, pues las hay muy lujuriosas y también los hay muy soberbios. En fin, que pecar lo que se dice pecar, una peca lo que puede o lo que le dejan, ¿pa qué engañarnos?
Una úiltima cosa, parece que se les ha olvidado la avaricia, aunque yo esa se la atribuía directamente a los políticos, sin pararme a determinar de qué sexo.
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Yendo de pecados la cosa, y porque hoy estoy muy alegre, aquí os dejo un chiste relacionado con la lujuria... jajaja.
Este es el caso.
Estaba un viejito sentado en un banco de una plaza, cuando un muchacho se sienta a su lado con los pelos tiesos y teñidos de azul, rojo, amarillo y verde.
El viejo se queda mirándolo un rato, atónito; hasta que el chaval le dice:
- Qué pasa gilipollas? ¿Qué miras con esa cara, nunca has hecho una locura en tu vida ?
A lo que el viejo, sin exaltarse, le contesta:
- Sí, una vez me emborraché y me follé a un loro... Y justamente me preguntaba...
No serás mi hijo?
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JAJAJAJAJAJAJA.
ResponderEliminarMuy buen chiste Perse...
Respecto a lo del Vaticano...no haré comentarios al respecto porque no me creo nada,...a saber en qué población lo han hecho, en qué condiciones y en qué país. Si fuese de los italianos, no me extrañaría lo más mínimo, la verdad.
De todas formas, habría que leer el susodicho estudio para calibrarlo como se merece.
Miss
ResponderEliminarCreo que cuelgas una entrada un poco atrevida y provocadora, pero no es demasiado apasionante si nadie se atreve a caer en la provocación y como yo casualmente pasaba por aquí, pues me eh dico ea, vamos allá. Y aquí estoy entrando al trapo.
Para mi la cosa es simple. Antes era imposible que los hombres y las mujeres pecaran cada uno por su lado. Pues o había pareja o no habia pecado.
Pero chica, con esto de los sex shop y la pornografia en internet, más lo que sale de los armarios, se nos achican tanto los espacios que ya no podemos ni pecar. Ni siquiera nos queda el deleite del pecado por excelencia, de lo prohibido, con su salsas a base de sus propios jugos.
Hasta la Iglesia solo puede reconocer unas mariconadas de 'pecatas minutas', que no sirven ni para dar el tostón a San Pedro diez minutos. Es indigno que te acusen de pecadora por una soberbia de nada. Y además no sé que narices vamos a hacer los hombres con la lujuria si solo podemos aparearla con la sobervia. Ya me contarás. No sé si desesperarme o seguir a mi bola pecando como Dios manda y el cuerpo lo pide, en mi fiel línea de buen cristiano pecador. Porque claro, esa es otra. Si no eres cristiano no pecas. Entonces los no cristianos llevan un derroche y un desperdido de pecados inútiles, que no penalizan, de la leche. Pero se pierden el morbo del desafío a la norma que es el que de verdad despierta la lívido y ...etc.
Bona nit
Buenas Clandestino, no es mi intención la intervención, o no la prioritaria, aquí, sólo cuento lo que me pasa por la cabeza, aunque si alguien aporta opiniones, es interesante y motivador, claro. De todas formas, la provocación no es mía, es de la iglesia.
ResponderEliminarPara mi todo eso no es pecar, son quizás desvirtudes humanas, saldables, mientras tengas moral y rigor que te ayuden a superarlo, mejorarlo... tampoco creo que el pecado sea patrimonio del cristiano y que hay mil formas más de pecar que no contempla el crisitanismo, no como capital, la venganza, la violencia, el odio, la ostentación, el abuso, etc ... quizás son pecados más ¿modernos? (por decir algo) pero algunos son más graves, siempre desde mi óptica ... tampoco me siento subyugada a esas sus leyes, que nos ven como pecadores; la vida misma me ha enseñado, poco a poco, lo que está bien o mal, y a la única a la que de momento tengo que rendir cuentas, es a mi misma, aunque no niego, que la influencia cristiana tenga algo que ver. En definitiva creo que si desafío a alguien "pecando", es a mi misma, por eso, si peco, intento hacerlo, como mínimo, con gracia...
¿Tu no crees que en realidad está un poco anticuado? o ¿que en cierto modo es un intento de privación de la libertad?
Y lo que también me alucina, es en qué gasta el tiempo el vaticano, habiendo tantas cositas que resolver, nada más.
Vaya. Cuando más te necesito, vas y te pones seria.
ResponderEliminarjajaja, es que no quiero ofender a nadie, pero si quieres, me pitorreo... aunque dígame, qué le pasa a su merced?
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=hSTUu6XqegI
tu imagínate como acaba la cosa...
Venga, pa que te eches unas risas...
ResponderEliminarMOISÉS, JESUCRISTO Y EL ANCIANO
Estaban jugando al golf Moisés, Jesucristo y un anciano.
Moisés es el primero en golpear. Coge el palo, se prepara y paff: La bola termina en el agua. Pero, volviéndose a sus compañeros, Moisés les dice: 'No pasa nada'. En efecto, coge el palo, lo hinca en el suelo y las aguas se separan, tras lo cual le pega de nuevo a la bola, que termina en el hoyo.
Llega el turno de Jesucristo. Coge el palo, se prepara y paff: La bola termina también en el agua. 'No os preocupéis', dice Jesús a sus compañeros de juego. Y ni corto ni perezoso se dirige al estanque, empieza a caminar sobre el agua, llega a donde está la bola flotando, le pega de nuevo y...al hoyo.
Por fin, le toca le turno al anciano, que coge el palo, se prepara y paff: La bola va directa al agua, pero, justo antes de llegar, sale un pez y se come la bola. Pero antes de que el pez caiga de nuevo al agua, aparece una gaviota que se come al pez. Tras un corto vuelo, a
la gaviota le cae un rayo, que le fulmina en el suelo, donde abre el
pico, sale la bola y se cuela en el hoyo.
Entonces Jesucristo se vuelve al anciano y le dice:'Mira, papá, si empiezas con chulerías, yo no juego'.
jajajajaja, qué tío!
Vaya soplapollez!! Pecados de tios y pecados de tias, como en los baños de los bares, tú!!
ResponderEliminarxD
Jué Rubén, has venido suelto... cuánto tiempo sin saber de ti!
ResponderEliminarQué te parece la dimisión de "Bermie", por pecadorrr de la pradera?
;)
Jeje hola de nuevo Perse :)
ResponderEliminarLo del ministro Pellejo me parece que es el cazador cazado. Parecía como antiguamente se hacía con Franco: el alcalde, el ministro y el juez de cacería y posando con las cornamentas.
Qué pibe, tú!! xD
Jejeje, mira, al Bermejo lo veo yo la excepción que confirma la regla respecto a los pecadillos, en concreto a la "soberbia". Un año en cada legislatura y menos mal... sino la lía, bueno, la ha liado igualmente, lástima por él, pues la reformita de casa la va a disfrutar otro...
ResponderEliminarpor cierto, me alegro de tu güelta. :D
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